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viernes, 13 de enero de 2017

Debut en carreras de orientación

Dos años llevaba esperando debutar en esta nueva disciplina que siempre he considerado la evolución natural, o al menos una disciplina  complementaría,  de las carreras por montaña,  hasta que de repente y por sorpresa se presenta la oportunidad. Un mensaje del presi  Talo Guerra me anuncia  un curso de iniciación en el mundo de las carreras de orientación impartido por la Universidad de León y que finaliza con la disputa de la primera prueba de la liga universitaria de orientación. Así que sin pensarlo en exceso, y con apenas 3 horas de formación teórica un viernes por la tarde, me veo un sábado por la mañana  debutando en el mundo de la orientación.

Teniendo en cuenta que para mi una brújula es un instrumento de alta tecnología alienígena y un mapa cartográfico es poco menos que el Manuscrito Voyninch, famoso códice medieval que nadie ha sido capaz de descifrar en 600 años, es lógico intuir que en esta nueva disciplina me encuentro más perdido que un pingüino en las playas de la Rivera Maya.

Aspecto que presentaba en la salida de mi  primera prueba de orientación.
Me planto en la carrera sin tener más que unas leves nociones teóricas sobre la materia en cuestión y sin la elemental  brújula de rigor  porque ni siquiera se usarla. Me entregan el mapa, me coloco en la baliza de salida, paso la tarjeta-chip y empieza a contar el tiempo. Por delante tengo 10 balizas o puntos de paso obligatorios que debo superar en el menor tiempo posible y 1,5 kms de distancia estimado si sigo las instrucciones del mapa con precisión. Un breve vistazo al mapa, oriento mi posición y salgo en estampida como un toro de toriles y ¡zas! encuentro la primera baliza en un santiamén y sin ningún esfuerzo, registro mi paso por ella  y al sprint a por la segunda, y a por la tercera... y así sucesivamente voy superando sin contratiempo todas las balizas hasta que llegando a la penúltima me encuentro con Alfredo Alvarez, un compañero en las lides de correr por montaña y que  casualmente se encuentra entrenando por el Monte  San Isidro en ese instante, le saludo y continuo el periplo hasta alcanzar la última baliza (la que tiene el número 100) donde registro mi paso  y ya con calma camino a ritmo procesional de Semana Santa para entregar mi tarjeta a la organización y validar que he completado correctamente la prueba sin constatar que la carrera no acaba  cuando marcas  la última baliza, sino cuando registras tu paso  en la baliza de meta. En resumidas cuentas que acabo de pagar la novatada y he tardado 38 segundos en recorrer los apenas 25/ 30 metros llanos que separan la décima baliza de la baliza de meta. En cualquier caso  descargan la información de mi tarjeta en meta y validan que he pasado  por todos los puntos de control en el orden correcto. Miro el reloj y  marca exactamente 1,5 kilómetros, o lo que es lo mismo, he hecho el recorrido perfecto y en un tiempo inferior a 9 minutos  lo que arroja una velocidad media de 5':47" min/km, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que en cada baliza a parte de ser encontrada hay que detenerse y registrar el paso por la misma
Con Talo Guerra y las jovenes promesas del Club Maratón Benavides
¡Buaff! Me vengo arriba y pienso ¡esto de la orientación esta chupao! ¡Esto va a ser eso que llaman instinto animal y yo en mi condición de Bisonte juego con ventaja de partida sobre los humanos. Camino muy erguido para que no se den cuenta de que no soy un animal bípedo y avanzando de nuevo hacia el punto de partida de  la prueba larga noto como me voy hinchando como un pez globo y como me voy creciendo de tal manera  que debo agachar la cabeza al pasar bajo el tendido eléctrico para no chocarme con los cables de alta tensión.

Repito el ritual de la prueba corta, me pongo en la salida, me entregan el mapa y comienzo la prueba larga con una distancia estimada de 2,5 kms a la velocidad del rayo. Salgo como un obús y en nada encuentro la primera baliza, me giro y salgo escopetado a por la segunda....y aquí es donde por fin me doy cuenta de lo realmente es   una carrera de orientación. Me desoriento y empiezo a correr en todas las direcciones como un pollo sin cabeza incapaz de encontrar el dichoso punto de paso. Acelero monte arriba, monte abajo, me desplazo a derecha e izquierda incapaz de encontrar el punto marcado. Pasan los minutos y me voy poniendo más y más nervioso. Voy pasando por todas las fases, ansiedad, incredulidad, rabia y frustración  ¡Cagu'n mi mantu bisonte! 41 años corriendo sin retirarte jamás y te van a descalificar en una prueba de orientación por inútil. Me  replanteo volver a la baliza anterior para iniciar de nuevo  la búsqueda, pero como no se exactamente donde estoy tampoco ubico dicha baliza. Trato desesperadamente de buscar referencias y consigo triangular mi posición. Se que no estoy lejos pero por más que corro no encuentro la puñetera baliza, mientras me cruzo con muchos corredores niños, jóvenes y algún veterano que corren con sentido mientras buscan las balizas correspondientes. Llega un momento en que de tanto mirar en todas las direcciones tengo los ojos más torcidos que Fernando Trueba,  hasta que por casualidad me cruzo una compañera del curso del día anterior y extrañada al ver un tío tan grande con camiseta de Wally corriendo  como un orate sin sentido, me pregunta:

- ¿Que tal?
- Desesperado buscando la segunda baliza
- ¡Ah! la báliza del bosque. Esa si que la tienen escondida.

La chica sigue su camino a la carrera y yo me quedo con cara de bobo pensando ¿La del bosque? ¡Mátame camión! ¡Serás animal de bellota! Como todas las balizas del primer recorrido estaban en mesas, barbacoas, fuentes, instintivamente di por sentado que las del segundo recorrido también y sin mirar la leyenda del mapa me limite a seguir el instinto. Miro el mapa y ¡voila! Efectivamente tiene la marca de un ÁRBOL. Como quiera que estaba próximo a la zona, en seguida encuentro la baliza, registro mi paso  y me quito un peso de encima. A partir de aquí a a correr como un loco de nuevo y de sprint en sprint voy encontrando de nuevo con suma facilidad todas las balizas hasta completar por fin el circuito en 25':46". Mi Garmin esta vez marca 4,06 kms, es decir, que me deviado en 1.560 metros sobre los 2500 metros estimados de prueba  (un nada despreciable 62,4% de más ). Teniendo en cuenta que tardé 10':30" en alcanzar la segunda baliza que no estaría a más de 200 metros de la primera, lo que implica que encontré las 12 balizas finales en 13 minutos, creo que  con todo lo sucedido  he corrido a un ritmo de aproximadamente 6,20 min/kms que no está nada mal y da buena cuenta de que eta s una disciplina puede ser muy  intensa en los esfuerzos.

Aspecto en meta después del atracón de la segunda prueba.
 Como es habitual es hora de extraer conclusiones:

1.- Me ha gustado mucho la experiencia. Correr en completa soledad por un entorno natural con la única ayuda de un trozo de papel te permite experimentar una sensación de libertad y de simbiosis con la naturaleza que te rodea  solo comparable a la que se podía encontrar en las primeras carreras por montaña. Esta disciplina que sigue permaneciendo casi virgen, es una buena evolución y un complemente perfecto para las carreras por montaña. Es una combinación perfecta de esfuerzo físico y mental, y considero que es una disciplina que aporta que tiene mucho que aportar, especialmente para los más pequeños de la casa, pues te obliga a trabajar la ubicación espacio temporal mientras  fuerzas físicamente tu organismo.

2.- Suelo ser muy respetuoso con los organizadores siempre, pero me he llevado una muy mala impresión del club Alcón, a la postre  organizador de  este evento. Se equivocaron al entregarme el justificante  en meta por un error con el chip, y lo entiendo porque errores cometemos todos,  se lo notifique al chico de la mesa al completar la segunda prueba  tan pronto como constate el error  y me dijo que lo solventarían al colgar las clasificaciones. Salen las clasificaciones y sigo sin aparecer por lo que contacto con los organizadores y les facilito mis justificantes de prueba y les comento lo sucedido  y no solo no solventan el problema, sino que no se molestan ni en contestarme. He esperado casi un mes para colgar esta crónica con el fin de facilitarles  tiempo de sobra para que pudiesen solventar la incidencia, pero por lo visto no les preocupa en exceso hacer bien o mal las cosas. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, pero no solucionar los problemas es de necios o de arrogantes. Cuando cobras por organizar un evento tienes la obligación de prestar un servicio adecuado y por lo visto este concepto no lo tienen del todo claro. Una pena, me gusta mucho esta disciplina, pero estas cosas no ayudan demasiado y mas teniendo en cuenta que estos señores trabajan el León en régimen de monopolio. Lo sucedido  me ayuda a valorar todavía en mayor medida el altísimo nivel organizativo que tenemos en las carreras por montana y que no siempre valoramos adecuadamente.
ANEXO (a fecha 26/01/2017): Finalmente la organización se puso en contacto conmigo una semana después de la publicación de esta crónica para ofrecerme explicaciones sobre la sucedido achacando lo acontecido a problemas con el sistema de cronometraje ajeno a la propia organización, para preguntarme si en la segunda prueba había tenido algún problema y para facilitarme sus datos de contacto por si surgieran problemas a futuro. Para mi esto es mucho más que suficiente, de hecho  mi enfado se basaba en que nadie se molestara en contestar a mis correos y no en el hecho de no aparecer en una clasificación, que en el fondo me importa bastante poco como todos los que hayan leído este blog pueden conocer. Por mi parte está todo olvidado y conservo intactas las ganas de participar de nuevo en esta modalidad deportiva que tanto me ha gustado.
Justificantes de ambas pruebas con tiempos de paso parciales por balizas (el primero con nombre erróneo)
Mapas de la prueba corta y larga para el desarrollo de la prueba
No encuentro mejor manera de acabar esta crónica que con unos versos de Antonio Machado que parecen escritos por un corredor de orientación

Caminante no hay camino,
 se hace camino al andar. 
Al andar se hace el camino, 
y al volver la visa atras
se ve la senda que nunca
 se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
 sino estelas en la mar

En 2017 volveremos a probar suerte en esta disciplina y espero tener dominada la rosa de los vientos y el manejo de la brújula y los mapas para entonces.
Rosa de los vientos astur.  A ver si la acabo dominando con el tiempo


domingo, 8 de enero de 2017

Objetivos para la temporada 2017

Finaliza un año y comienza el siguiente en un mundo que nunca se detiene por nada ni por nadie. Tras completar un  lustro con un calendario prácticamente fijo, se hacia necesario afrontar un cambio radical con el fin de renovar la ilusión por una disciplina que pierde su esencia a la misma velocidad que gana adeptos y las carreras se multiplican de manera casi exponencial. Es hora de afrontar nuevos retos, de conocer nuevos lugares y de coronar nuevas montañas que sacien nuestra innata sed de aventura.

Lo primero que quiero anunciar es que este año comenzará mi colaboración con la publicación de trail más prestigiosa de Castilla y León, así que podréis leer todas mis andanzas en Trailcyl a través de la columna denominada La Pisada del Bisonte con unos días de antelación a  que se publique en este blog (aquí  os dejo el enlace: http://www.trailcyl.com/categoria/blogosfera/pisada-bisonte/ )

Sobre el lienzo en blanco que representa la nueva temporada, comenzamos por pintar dos gruesos trazos  que representan las dos carreras que constituyen los objetivos prioritarios del nuevo año deportivo: Tres Valles en Salamanca y Maratón Resistencia  Reino Astur en Asturies.

Tres Valles es una de esas jóvenes carreras que crecen a velocidad de vértigo y ejercen  una poderosa fuerza magnética de atracción, será cosa de la magnetotermia,  sobre aquellos "bichos raros" que no entendemos la vida sin correr por el monte. Es el proyecto elegido esta temporada por ese colectivo de corredores lentos, fiables y seguros que representamos la élite de eso que denominamos  tractorismo leonés, y que entendemos esto de correr por montaña como una mera disculpa para disfrutar de la naturaleza mientras aplicamos a rajatabla el viejo proverbio Masai que reza "Si quieres ir  rápido camino solo, si quieres llegar lejos ve acompañado". Si San 4G y la Santa Conexión a Internet  lo tienen a bien y conseguimos plaza a primeros de enero, Jesús Linares, Tomás Baños y el Bisonte del Carbayedo estaremos corriendo por la Sierra de Francia y Las Batuecas en el mes de Marzo 

Tomás Baños, Jesús Linares y el Bisonte en La Peña del Tren 2014
Maratón Resistencia  Reino Astur es un viejo reto personal que históricamente  se me ha resistido y que ha llegado el momento de afrontar. Es una prueba de 42 kilómetros de distancia  con 6000 metros de desnivel acumulado con salida y llegada en la población minera de Nembra y que trascurre íntegramente por tierras del municipio asturiano  d'Ayer a finales de julio. Años atrás una lesión de gemelo/soleo me dejo tirado a escasos días de la prueba, le  dí mi palabra al organizador de que algún día me vería disputando su carrera, y como vengo de una tierra donde la palabra de un hombre vale mil veces más que ningún documento firmado por escrito, cinco años después ha llegado la hora afrontar un reto que dado mi precario estado físico habitual me merece un respeto casi reverencial por distancia y desnivel acumulado.
Más allá de estos dos colosos alpinos irrenunciables salvo causa de fuerza mayor, iremos dando pinceladas en el lienzo de esta nueva temporada. Cobran fuerza los verdes de la Carrera por Montaña de Sanabria, bonita comarca zamorana por la que siento una predilección especial pues viví 4 años en la ladera norte del cordal que la separa de León. Este año será campeonato de Castilla y León por equipos y tenemos una tremenda  ilusión en el Club de montaña Cumbres de León por sacar un equipo leonés  masculino y femenino que sea capaz de dar guerra y pelear por los puestos de honor. También los tonos grises de la roca caliza del Picu Polvoreda, mítica montaña leonesa donde tiene lugar una de mis tres carreras favoritas. Este año no llegaré a la prueba en linea de   Villafeide-Polvoreda  , pero si espero rendirle visita en mi debut en la disciplina en la modalidad de  kilómetro vertical . Para cerrar el  año pintaremos diciembre con los tonos marrones del otoño en la Carrera por Montaña de Matallana de Torío, la única carrera por montaña completamente gratuita que conozco y claro ejemplo, prácticamente artesanal,  de que existe otra manera diferente de entender este mundillo del trail. He dejado para el final una de las decisiones más difíciles que debo afrontar esta temporada y que tiene que ver con el color negro del carbón de la cuenca minera de Gordón. El divorcio y posterior pelea por la custodia del hijo, en sentido metafórico, que ha supuesto lo acaecido con la carrera por montaña que tiene su base el pequeño pueblo de Ciñera de Gordón, nos deja en una posición muy complicada a aquellos que durante cuatro ediciones hemos tenido la fortuna de disfrutar de una de las mejores carreras por montaña de  León. Ahora debemos decidir entre papá y mamá, o lo que es lo mismo, decidir correr la antigua Biosfera Trail o pasarnos  al nuevo Trail de Gordón, dos carreras prácticamente siamesas y completamente solapadas en el calendario.

¡Ahhh! también volveré a correr alguna carrera de orientación, una disciplina que acabo de conocer y que tengo la sensación de que se irá abriendo un hueco cada vez mayor en mis temporadas venideras.

Como podíes ver quedan muchos huecos y fechas libres y estoy abierto a escuchar todas las sugerencias que me podáis realizar ¿Que pruebas me recomendáis? 

Me gustaría acabar esta entrada con una reflexión del filósofo  Lucio Anneo Socrates: "No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas". Salud y prosperidad para todos en el año que está a punto de comenzar y que nos queden muchos kilómetros por recorrer, muchas cumbres por alcanzar y muchos nuevos lugares por descubrir.


Nos vemos corriendo por montaña