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martes, 27 de agosto de 2013

Renovando los neumáticos: ASICS Gel Kayano 18 y ASICS Gel Fuji Trabuco

Hoy toca una entrada completamente distinta a lo que suele ser habitual en mi blog. Cansado de padecer constantes problemas musculares en carrera, he decidido romper la hucha y cambiar las herraduras de cara a lo que queda de temporada. Evidentemente el calzado deportivo en si mismo no aporta soluciones milagrosas, pero entiendo que si puede contribuir a mitigar significativamente los síntomas.

Lo cierto es que las zapatillas deportivas tienen una vida útil predeterminada y cuando tu peso se acerca peligrosamente a los 100 kg, la  vida útil y por tanto las prestaciones asociadas a dicho material disminuyen de una manera significativa. Y aquí se encuentra el meollo de la cuestión. La mayor parte de las marcas fabrican productos adecuados al consumo del corredor medio y por eso se centran en fabricar calzado adecuado a los corredores calificados como ligeros (de menos de 70 kg) o de peso medio (hasta 80 kg), ¿pero que sucede para corredores de peso elevado? Pues que el numero de fabricantes y la  gama de modelos se reducen significativamente. 

En carretera estos 2 últimos años he probado NIKE, Adidas, Under Armour y Mizuno, pero realmente ninguna zapatilla específicamente se adaptaba a mis condiciones, y estudiando un poco la materia,  he reducido la búsqueda a solamente 2 marcas: Saucony y ASICS.

Finalmente me he decantado por esta última y en concreto por el modelo ASICS Gel Kayano 18. Aunque ya ha salido (o precisamente por ello) la nueva versión del modelo, la anterior con las mismas prestaciones se encontraba a un precio mucho más rebajado y al final en muchos casos el cambio de versión es  una cuestión meramente estética.

Asics Gel Kayano 18





Con sus apenas 329 gramos de peso (para una talla 42.5 en su versión para hombre) una de las principales mejoras respecto a sus predecesoras es su importante reducción de peso. Tambien cabe reseñar la mejora que ha experimentado su upper, el cual dota a la zapatilla de una gran ventilación además de envolver mejor el pie del corredor mejorando de esta forma su ajuste (quizás este punto es una de las pocas críticas que recibía la versiónanterior de dicho modelo) 

A nivel técnico, Las ASICS Gel Kayano 18 son unas zapatillas de gama alta, cuidadas hasta el mínimo detalle por el fabricante como demuestran al haber incluido las tecnologías más vanguardistas en su composición, ideales para entrenamientos regulares

Como es habitual en la línea Kayano, la 18 está recomendada para corredores de peso medio / alto y pisada pronadora (ya sea leve o moderada, pie cavo también), ya que tienen un sistema de amortigüación que las hace adecuadas para pronadores leves o moderados.Esta edición incorpora la apasionante 

Guidance Trusstic, una nueva tecnología diseñada para complementar a la Guidance Line que recorre la suela. Conjuntamente, favorecen una marcha más eficaz, a la vez que dan apoyo a la parte media del pie. El Clutch Counter crea un ajuste ceñido, reforzado y dinámico alrededor del talón, a la vez que aporta más estabilidad a la parte interna del pie para compensar la pronación. La ligera parte superior, fabricada con tejido termofusible, incorpora menos pespuntes y reduce el potencial de irritación, además de aumentar el confort


ASICS Gel Fuji Trabuco









Y para carreras de montaña también toco renovar herraduras. Tras haber competido este último año y medio con Salomon y ASICS, la decisión era si cabe más sencilla que en carretera. Pronto me quede entre 2 fabricantes La Esportiva y ASICS. Finalmente me decante por repetir con ASICS.


A nivel técnico, la GEL-FUJI TRABUCO NEUTRAL es la zapatilla más popular para correr off-road, por su comodidad y protección Esta edición introduce una nueva parte superior más limpia y cómoda. Especialmente  diseñada especialmente para corredores de trail con una marcha neutra o ligeramente pronadora.
Con un peso de apenas 380 gramos, esta zapatilla de trail incorpora una entresuela de contacto total con la superficie para garantizar una excelente estabilidad de la pisada. Su suela agresiva proporciona una excelente tracción y es optima para pruebas de media y larga distancia.
La tecnología GEL Cushioning incorporada en el antepié y el retropié garantiza una extraordinaria comodidad y protección, mientras que el sistema Rock Protection Plate protege el pie al correr sobre superficies rocosas o escarpadas.
La zapatilla GEL-FUJI TRABUCO 2 también incorpora unos tacos de 90 grados para proporcionar una tracción óptima al correr sobre superficies escarpadas o resbaladizas.
El diseño Monosock Construction en la parte superior de la zapatilla la mantiene limpia y libre de elementos externos. El sistema External Heel Counter proporciona un ajuste óptimo y personalizado.


Por poner tambien los puntos debiles que yo le veo a  la zapatilla:

1.- La cámara de aire trasera es exterior, con el consiguiente riesgo de deterioro durante una prueba de montaña, especialmente si el terreno es agreste o con mucha piedra/roca suelta

2.- La parte superior de la zapayilla o Upper esta poco reforzada (es muy similar a una zapatilla de carretera) y la protección delantera es menos dura que la de otros modelos, lo que puede ocasionar problemas por contanto con piedra suelta, especialmente en los tramos de bajada.



A partir de aquí toca competir y hacer kilómetros y ya iremos analizando que tal se comportan ambos modelos.....y confiemos en que  el rendimiento del "Bisonte del Carbayedo" mejore con sus nuevas herraduras.


Nos vemos corriendo,

martes, 13 de agosto de 2013

Carrera de Montaña Villalfeide-Polvoreda 2013

Quiero comenzar esta  crónica felicitando a a la organización de la prueba. Si por término general el nivel organizativo de las pruebas que se disputan en León es alto, lo de esta prueba es sencillamente espectacular. Muchos "organizadores" deberían pasarse por Villalfeide para ver como gente con muchas ganas  y que saben detrás de lo que  andan, desde un pueblo pequeño y  con recursos  limitados, son capaces de organizar una carrera de montaña que es una autentico lujo, hasta tal punto  que en solo tres ediciones  ya ha pasado a formar parte  de la copa de Castilla y León de carreras por montaña. Si difícil es destacar a nadie dentro de la organización, hoy  me gustaría acordarme de esos grandes olvidados que son los voluntarios que se han pasado más  4 horas con una temperatura superior a 30º C  en la ladera pelada de una montaña, y sin un solo árbol donde cobijarse, balizando y ayudando a los corredores. Es más, alguno hasta se permitió el lujo de portear 2 y hasta 3 garrafas de 5 litros de agua hasta el avituallamiento de altura de la prueba (a unos 1500 metros de altura). Por mi parte muchas gracias por esa labor oscura y poco agradecida que consigue hacernos mucho más llevadera la labor de  correr por montaña a los corredores..

Recorrido en 3D de la III edición de la carrera de montaña Villafeide-Polvoreda
Y entramos en los preámbulos de la prueba. En una temporada muy extraña en todos los aspectos, en la que solo he podido disputar 3 pruebas en 7 meses, esta carrera era una buena disculpa para encontrar la motivación necesaria  para volver a entrenar. Desde Abril no me había vuelto a poner  un dorsal, y hasta  principios de Julio y sin mediar ningún tipo de lesión ni siguiera había vuelto a entrenar, pero con 113 km entrenados en las piernas en los últimos 40 días  me planté en la salida. No es un volumen de entrenamiento excesivo, pero con menos kilómetros  me había metido a torear en plazas más difíciles en anteriores ocasiones, así que a priori no era aventurado pensar  que serían suficientes para acabar la prueba  sin grandes contratiempos.

Salida de la prueba con Pablo Villa, Manuel Merillas, Anibal Miguel, Roberto Dieguez y Raquel Maestre

En la salida muchos galgos  lo que propicia  que la carrera salga lanzada desde el primer momento. Arrancó de  mitad para atrás a un ritmo vivo,  pasando el primer kilómetro en 4:35, y  aunque voy cómodo ese ritmo es demasiado alto para mi, por lo que disminuyo automáticamente  la marcha hasta acoplarme a un grupo donde van  los corredores de Los Ponjales.  

Primera subida del día,  pasando por el kilómetro 2 aprox.

La primera subida es muy sencilla y consigo coronar en 26:55' (prácticamente el mismo tiempo que el año anterior), y entramos en el sendero que atraviesa el bosque de robles y es como un deja-vú de la edición anterior. Podría correr mucho más rápido  pero voy muy retrasado y por delante llevo un grupo de corredores que no puedo superar porque el sendero es muy estrecho y salirse de él para adelantar  seria un riesgo innecesario  para mi y para aquellos corredores que me preceden. Al paso que marca el pelotón avanzo  por el camino hasta llegar a la primera bajada. La pista es amplia y el firme es bueno, por lo que me dejo caer y bajo bastante rápido hasta llegar de nuevo al la parte alta del pueblo deVillalfeide, giramos a la izquierda y comenzamos el tramo que nos llevará a la base del Polvoreda

Llegando al avituallamiento de La Peñica

Otro detalle de la organización es que cuando estamos llegando a la base del coloso de caliza que es el Polvoreda, se empieza  a escuchar una gaita de fondo, y hay que ver lo bien que suena una gaita en montaña. Finalmente llego al Avituallamiento de La Peñica en 1h:1':44" y me tomo un merecido respiro.


Primer kilómetro de subida al Pico Polvoreda

Y llegados a este punto, se acabó el "calentamiento"  y empieza la carrera de verdad porque al menos en mi caso,  la carrera de montaña Villafeide-Polvoreda podría resumirse como  una carrera de montaña de 21 km que comienza en el km 9 al pasar por el avituallamiento de la Peñica.  Voy 3 minutos peor de tiempo que el año anterior  pero tengo la sensación de no ir muy castigado físicamente.   Comienzo la subida y voy cruzándome con gente conocida Carlos de FisioramaJesús Amigo, continuo  asciendo hasta superar  el avituallamiento de altura, paso por el kilómetro 10 y supero el primer kilómetro  de ascensión que es francamente duro. Entro en el falso llano y me pongo a correr para   tratar de soltar un poco las piernas que vienen algo agarrotadas,   pero para mi sorpresa me se me sube el gemelo de la pierna derecha.... ¡¡uff!!! muy  mal asunto.  Era altamente previsible que esto me sucediera,  pero ni en mis previsiones más negativas podía esperar que me sucediera ni  tan pronto, ni tan lejos de la meta. Y automáticamente la cabeza empieza a buscar disculpas para justificar lo sucedido: que si esta semana no entrené ni un solo día, que si la noche anterior apenas pude dormir unas 3  horas, que si llevo un verano con más horas de piscina que las chicas del waterpolo....que si la abuela fuma, que si el perro no ladra y así hasta el infinito. Todo son bobadas y no dejan de ser justificaciones peregrinas. Lo único cierto es que la montaña suele ser justa, si entrenas y le dedicas horas  llegas en condiciones y eres capaz de  correr y por el contrario si no llegas en condiciones, te saca las carencias y te pone en tu sitio a las primeras de cambio.  Si acaso, es cierto que el fuerte calor reinante  provoca una sudoración superior  a lo normal y acelera el proceso de deshidratación, pero esto es León y estamos a  mediados de agosto ¿que esperaba correr a  10º?. Punto final, se acabaron las lamentaciones y toca sacar la calculadora. Probablemente para mi  se acabó  la carrera y comienza la marcha senderista. Llevo una hora y media de carrera,  me faltan 500 metros de ascensión hasta la cima y unos 10,5 km a meta. Lo fundamental ahora es  cuidar con mimo las piernas y minimizar esfuerzos en los tramos pendientes (si acaso correr en llano). Me tomo el único gel que llevaba y que estaba reservado  para más tarde y tengo la suerte de cruzarme con un montañero mientras estoy parado y estirando,  que amablemente me ofrece agua de su botella. Sin otro particular arranco de nuevo la ascensión, poco a poco y subiendo en amplios  zig-zag para no forzar gemelos y tratando de disminuir la pendiente voy superando los hitos, 1600m, 1700m, 1800m, 1900m,  hasta ver  cumbre.

Llegando al puesto de Tomás de Correcallejeros, a 2000 m de altitud y unos 200 m de cumbre.
A unos 200 metros de la cima  me encuentro a Tomas de Correcallejeros.  Entre las fotos, la pancarta y los ánimos a uno se le olvidan las penurias.

Puesto de control de cumbre
A nivel competitivo el control de paso  esta situado a unos escasos 10- 20 metros de cumbre (tiempo de paso 2h:04':01"), pero técnicamente eso  no es hacer  cumbre y como a mi nivel poco importe perder uno o dos minutos a mayores, continuo ascendiendo para quedarme con la satisfación de haber tocado el vértice geodésico.


Pisando cumbre a 2.007 metros de altitud  y posando orgulloso con la bandera de León

Y comienzo el descenso con suma precaución, aún así cuando apenas llevo unos 300-400  metros de bajada se me enciende el piloto rojo en el cuadro de mandos y los cuadriceps empiezan a chirriar. Me agarro a una peña y me paro a estirar. En ese momento me pasa Yeti que baja como de costumbre dando saltos como un rebeco. Ni se me pasa por al cabeza intentar seguirle y eso que es una referencia muy buena en este tipo de bajadas (en realidad es una buena referencia siempre). Detrás de él baja Iñigo de Los Ponjales, con quien  voy mucho  más cómodo y con quien realizo la mayor parte del descenso.  Con mucha calma y forzando la menos posible voy bajando el tramo más técnico del Polvoreda. Me cruzo con el maestro Angel de la Mata que este año en vez de correr esta echando una mano como voluntario y acabamos la parte complicada del descenso. 


Con Iñigo de Los Ponjales en la bajada, al pasar por el puesto de Ángel de La Mata

Paso por el último avituallamiento del día y entramos en la parte más llevadera de la bajada. Aquí si consigo correr durante algunos tramos, si bien corro de una manera extraña y poco ortodoxa, procurando no impulsar demasiado de gemelo y sin apenas levantar las piernas para no forzar los cuadriceps, y llegando abajo  giramos de nuevo a la izquierda y comenzamos   la última subida del día. Una subida claramente para correr si se llega con fuerzas, pero evidentemente no es mi caso. Con calma y andando para arriba hasta coronar a 1300 metros de altitud  en 3h:02':21" y ya solo me queda la bajada final. Tengo que descender unos 250 metros  nada más  y siendo mi especialidad la bajada debería estar contento,  pero conociendo los antecedentes, cambiaría mi reino por un tramo llano para no castigar más las piernas,  pero evidentemente  las cosas son como son. Como no llevo nadie ni por detrás ni por delante a la vista, me toca correr sin referencias. Y  de nuevo un deja-vú de la pasada edición. A media bajada me tengo que detener para estirar por última vez al pasar  a la altura de "Moja", que aparenta estar físicamente todavía mucho peor que yo.

Ya solo queda un último esfuerzo y a meta, en el tramo final entre el fotógrafo con el cencerro y los ánimos de Cañi,  uno es capaz de correr aunque no se sepa muy bien como  y finalmente entras en el pueblo y te da un subidón de moral digno de estudio, y para variar y a pesar de ir completamente en solitario, entro en meta esprintando como si viniese escapando de un oso o me estuviese persiguiendo una jauría de lobos hambrientos.

Al final un tiempo de 3h:16,19 para completar 21 km de distancia aprox. con un desnivel acumulado de 2.654 metros (1.327 positivos y 1.327 negativos), puesto 94 de la general (sobre 162 corredores  en la salida y 150 en meta) y a 1h:34'18" minutos del ganador Pablo Villa  Gonzalez con un tiempo de 1h:52': 01".

El "Bisonte del Carbayedo" en meta
Y llega la hora de reflexionar y de extraer conclusiones. Estoy  satisfecho con el resultado,  aún habiendo  necesitado 20 minutos más que el año anterior para completar la prueba. No obstante a día de hoy este es mi nivel y lo máximo a lo que puedo aspirar es a finalizar carreras. Eso no quita que siempre me quede  la duda de cuanto podría mejorar entrenando un poco más y si no sufriera tantos problemas de calambres. Sin embargo, tratando de ser reflexivos  no puedo más que valorar que  las piernas para un corredor son el equivalente a los neumáticos de un coche de formula 1, la diferencia primordial es que en atletismo no puedes entrar a boxes para cambiar de piernas a mitad de carrera, por  lo que hay que tratar de cuidarlas lo máximo posible y especialmente en una disciplina tan exigente  como las carreras por montaña. . En mi caso tengo la sensación de correr siempre con "ruedas blandas", motivado por un entrenamiento escaso y mal planificado, o quizás por una morfología y un peso no adecuados para esta disciplina, lo cierto es que actualmente este es mi verdadero talón de Aquiles. La parte positiva es que a base de ir acumulando experiencia en base a luchar siempre contra el mismo problema, me estoy convirtiendo en un experto en gestionar esfuerzos y en "conservar" muscularmente las piernas y hasta ahora, incluso salvando situaciones extremas como en el Alto Sil de esta edición,  siempre he sido capaz de llegar a meta.
¿Y ahora que?  Esta prueba me ha servido para descartar  por razones obvias, la disputa de  la Transvaldeonica y la prueba corta del Desafío Somiedo, así que previsiblemente la próxima carrera será la legua y media nocturna de Benavides, y luego ya iremos viendo sobre la marcha.

Pues esto es todo amigos, en 365 días estamos compitiendo de nuevo en Villalfeide, porque esta carrera se ha convertido por mérito propio en una fecha fija en mi calendario.

Nos vemos corriendo,