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martes, 21 de agosto de 2012

Suspendida la Tilenus Xtreme 60 km

Ayer nos fuimos a la cama con la triste noticia de la suspensión de la Tilenus Xtreme 60 km que se iba a disputar a finales de Septiembre. 

 Lo más grave de todo es que la actuación premeditada y desmedida  de un criminal ha provocado el peor incendio que se recuerda en la historia de León y se ha llevado por delante el presente y el futuro cercano de una comarca entera.  Por desgracia ahora hay un montón de personas con nombre y apellido que han perdido su trabajo y su sustento, porque la "obra maestra" de este pirómano desalmado (y no quiero decir más cosas porque todo lo que podría decir sobre este individuo seguramente sea constitutivo de delito) se ha llevado por delante más de 10.000 hectáreas de monte bajo, pinares, robledales y  otro terreno arbolado, con la consecuente perdida para los que tenían como medio de vida  la resina, la caza, las actividades de turismo rural, y otros aprovechamientos madereros, amen del daño paisajistico y ambiental causado por la destrucción de bosques  que en algunos casos tardaran más de 50 años en recuperarse.

Imagen nocturna del fuego  con un frente abierto de 16 km y llamas que llegaron a superar los 30 metros de altura


A un nivel inferior esta el daño a nivel deportivo. Los organizadores se han visto obligados a suspender la ultratrail de 60 km porque el recorrido se encontraba en su mayor parte completamente calcinado. Intentarán sacar adelante la prueba mayor, la ultrataril de 105 km, pero probablemente se vean obligados a modificar una parte sustancial del recorrido, aunque afortunadamente la parte alta del Teleno de momento se libra del fuego.



Vista de la Peña Monete, punto más alto de la Tilenus Xtreme de 60 km


Veremos como afecta esto en un futuro próximo a otras pruebas que se disputan en la zona afectada: Carrera de montaña de Nogarejas, Cross Alpino de la Peña del Tren, Duathlon de montaña de Tabuyo del Monte y carrera de montaña  de Morla de la Valdería.

A título personal había planificado un gran  parte de la temporada encaminada a la disputa de esta prueba, la que  que se sería mi primera ultra trail, por lo que la noticia me apena sobremanera. Cabría la posibilidad de intentar disputar la prueba larga, pero sería a todas luces una locura dado mi escaso nivel de preparación (ya llegaba muy corto incluso para disputar la prueba de 60 km). El año que viene si Dios quiere, disputaremos esta prueba y la cogeremos con más ganas si cabe.

Como no todo pueden ser malas noticias, finalmente hoy me he apuntado para disputar la carrera de montaña Villalfeide-Polvoreda. Tenía muchas ganas de correr esta prueba y de subir al Picu Polvoreda (2007 metros), y aunque  en principio y por compromisos familiares no me iba a ser posible, se ha podido solucionar todo y el domingo estaré en la salida de Villalfeide.

Una vez más el fuego marca el ciclo de la vida, y solo cabe mirar para delante y apostar a que al igual que el Ave Fenix renacía una y otra vez  de sus propias cenizas, algún día no muy lejano volveremos a disfrutar de esos fantásticos montes de la comarca de la Valdería.

Nos vemos corriendo por la montaña.

jueves, 16 de agosto de 2012

II Carrera de Montaña "Fontañán - Cara Pisaverde"

Hubo que esperar setenta días para volver a ponerse un dorsal, pero la espera mereció la pena y afortunadamente ya estamos  de vuelta. Para empezar que mejor que  una carrera por montaña,  familiar, no muy complicada y cercana a León. 

En la salida muchos amigos y gente conocida: Yeti,  Balbino, Arienza, Cañi, Pablo Villa, Salva Calvo.  También tiempo para conocer personalmente y por fin al gran fondista Leonés Angel de La Mata,  un fenómeno como corredor y que al año hace más kilómetros corriendo que yo en coche, a Regino del León Corre y a Avelino, al que agradezco personalmente 2 cosas: primero que se moleste en leer mi blog y segundo que me haya ayudado a solucionar un pequeño equivoco toponímico  en una entrada anterior (ya solucionado siguiendo sus indicaciones).


Con  Angel de la MataYetiBalbinoArienza y otros compañeros antes de la salida

Pocos corredores y un ambiente muy distendido. Empieza la carrera y salgo en una posición retrasada. Los primeros 500-600 metros casi llanos y muy cómodos, a partir de ese momento el terreno empieza  a picar para arriba pero en subida fácil. Ralentizo el ritmo y subo con precaución por miedo a  no estar completamente recuperado de mi lesión muscular, y  viendo como me van pasando Yeti, Arienza, Cañi y un sinfín de  corredores  hasta que llegando a la cima de  este primer repecho me alcanza Oliver (corredor al que conocí en los Aquilianos y con el que compartí unos 15 km de dicha prueba) y al alcanzarme miro para atras y constato que ya no viene nadie más, asi que ya voy el último y ejerciendo de corredor escoba

Coronamos y comienza la primera bajada. Se trata de  una bajada sencilla, no muy tendida y con relativamente buen firme. Al principio bajo despacio y con  mucha precaución, pero delante mía llevo mucho corredor con aparentemente poca experiencia en estas carreras y prefiero adelantarlos para llevar pista libre y ver por donde voy pisando, así que me dejo llevar, alargo zancada y adelanto a unos 15 o 20  corredores. Finalmente  llegamos a la primera ascesción fuerte de la carrera: el cortafuegos de Enagas. De piernas no voy muy mal, pero de motor no tiro ni para atrás, noto los 2 meses de inactividad y el peso acumulado, ya que los 5  kilos ganados desde finales de mayo son una mochila muy pesada y que cuesta mucho empujar por estas pendientes.


Precioso tramo  de subida (y a la vuelta de bajada) que atraviesa el bosque


Tras finalizar el cortafuegos la ascensión continua pero de manera mucho más cómoda, primero por una senda (hasta el primer avituallamiento), luego atravesando un bosque con especies autóctonas  y finalmente y tras coronar, una bajada rápida hasta llegar al tramo más duro y complicado de toda la prueba: "el pedreru"

El "Bisonte" galopando por las praderas del Fontañán, y entrando en el canal que conduce al "pedreru". 


Y finalmente llegamos al famoso "pedreru"  que sube bordeando el pico El Castillo. (podéis verlo 2 fotos más bajo).


Y  Empieza la subida. Este tramo es muy  técnico, con mucha piedra suelta y bastante pendiente (duro en la subida y peligroso en el tramo de bajada). Aunque sigo yendo con mucho respeto por miedo a sufrir problemas musculares, veo que las piernas no me dan nada de guerra, pero a nivel orgánico si que voy apretado, hasta el punto de pensar en parar a media subida para coger un poco de aire, pero por suerte para mi, en este tramo  voy con Josines, un tio muy majo que acabo de conocer en carrera.  Parece mentira la cantidad de gente que conozco gracias a la  camiseta del equipo, ya que  es casi como un faro en medio de la montaña, y en este caso da la casualidad que Josines se crió en Benavides de Órbigo, a partir de hay entablamos una buena relación y subimos juntos animándonos mutuamente en los tramos más complicados de la ascensión.


Vista del "Pedreru" el tramo más técnico de toda la prueba.


Al llegar arriba enfilamos la senda del Diablo y el sendero se vuelve muchísimo más cómodo, hasta llegar al segundo avituallamiento y comenzar la definitiva subida al Fontañan. Al empezar el último tramo de subida, levanto la cabeza y veo una preciosa panorámica del Fontañan con todos los corredores que me preceden subiendo   en zig-zag y dibujando una especie de serpiente multicolor.  Gracias a la compañía (Josines y Arienza) y al cómodo ritmo de subida,  este tramo se me hace muy sencillo y finalmente y casi por sorpresa aparece la cima del Fontañan a unos 150 metros de mi. 

A unos 15-20  metros de la cima, la organización da por conseguida cumbre, te marca el dorsal y te indica la ladera de bajada, pero yo decido hacer cumbre real,  bordeo los bunkers de la guerra civil, escalo el pedreru y toco la Cruz del Fontañan (1632 metros). Muestro mi respeto a la montaña, doy gracias a los 4 vientos y comienzo el descenso. En la cumbre hago un tiempo de 1h:20':53". .

Cumbre del Picu Fontañán


Una vez más y aunque el tramo inicial de bajada es técnico, aunque  no excesivamente complejo, bajo con cierta  precaución, aún así recorto rápidamente el terreno a Arienza y Josines y volvemos a agruparnos los tres. Les supero y marco la senda a seguir. Como estoy desentrenado  y torpe como un rinoceronte,  atravieso todas las plantas con pinchos que encuentro por el camino (si lo hago a propósito no me clavo tantas pinchos) hasta alcanzar la pista. Desde aqui bajada muy cómoda con la excepción de un corto, pero fuerte repecho, hasta alcanzar el tercer avituallamiento, y de aquí para abajo a correr.  A partir de este momento nada más debemos deshacer el camino andado previamente, puesto que se baja por el mismo sitio por donde se sube. Me detengo en el avituallamiento, aprovecho para estirar bien muscularmente, y me reengancho con mi fiel compañero de aventuras Cañi que me acaba de pasar.



Tramo técnico de bajada desde la cumbre del  Fontañán con el camino al fondo


Este tramo es el más  sencillo y cómodo de toda la carrera  y  las piernas me llevan rápido por primera vez en toda la prueba, atravieso a toda leche la Senda del Diablo,  hasta alcanzar de nuevo el ya famoso "pedreru",  que en contraposición a lo anterior y como ya explique previamente es el tramo más técnico de toda la prueba. Bajo ágil, aunque con mucha precaución y me encuentro con otro corredor que reconoce mi uniforme y me pregunta si soy de Benavides, algo que se esta empezando a convertir en rutina, y lo cierto es que aunque no soy de Benavides,  para mi es un orgullo defender los colores de este humilde equipo por los montes de Asturias y León.

Acabo el pedreru, subo por la canal y continuo bajando en busca  del bosque y en un tramo relativamente sencillo de bajada me pego el primer piñazo del verano. Cometí un error de principiante por ir manipulando el MP3 en vez de estar pendiente del camino.  Como iba pendiente de cambiar la secuencia de canciones, en lugar de ir mirando para el suelo donde debía pisar, pues  tropecé  con una peña y me fui al suelo. Afortunadamente el aterrizaje de emergencia fue bueno y solo me hice  unos arañazos en la pierna  y la rodilla y unos raspones en las  manos (lo que viene a ser chapa y pintura). La montaña no siempre avisa, así que cuando habla la debes escuchar. Agradezco el mensaje  y a partir de ese momento concentración total, fuera música en la bajada y para adelante sin miedo  pero con los 5 sentidos en el camino.

 Me salto el cuarto avituallamiento, bajo andando el cortafuegos  por precaución  y comienzo la última subida de la prueba. No llevo a nadie a la vista por delante, ni por detrás y ya estoy en el km 15,  así que apenas me queda un kilómetro y medio y voy muy bien de piernas, sin ninguna molestia en gemelos o soleos por lo que estoy disfrutando mucho de la prueba.

Y aquí viene lo bueno,  una baliza tirada en el suelo en una bifurcación del camino, me despista  y me salgo del recorrido marcado.   Continuo subiendo por el camino por el que vengo  y empiezo a  encontrarme con andarines que vienen en dirección contraria, y  con los que bromeo preguntándoles si van a dar una segunda vuelta al recorrido, pero en cualquier caso sigo para arriba  hasta que el camino gira a la derecha y como ya vengo mosqueado, me salgo del mismo y  me lanzo para abajo por otro sendero de servicio a la linea eléctrica (y menos mal porque sino hubiese acabado en Pola de Gordón, que al parecer es adonde llevaba la pista que acababa de abandonar). Ya llevo 17 km de prueba (y la carrera era sobre 16,6 km aproximadamente) por lo que constato que algo no va bien, pero llevo corriendo en solitario  los últimos 4 km, y sin otros  corredores a mi alrededor solo me queda tirar para adelante. Finalmente llego a la plataforma del AVE y por fin veo corredores a unos 100-150  metros por delante, entre ellos Ángel de La Mata que me espera. Bordeamos las vallas que separan el futuro trazado del AVE,  cruzamos por encima de una chapa metálica una acequia de un metro y medio de ancho  y salimos al puente que supera la linea AVE en las proximidades de La Robla, y desde aquí por  la carretera hasta la meta en Llanos de Alba.

Finalmente  llego  a meta en un tiempo de 2h.31'.43"  completando 18 km y 700metros aprox., es decir unos 2 km más de lo estimado en el track de la prueba (el cartel original marcaba 15 km). El ganador de la prueba fue el gran corredor leonés   Pablo Villa  que gano la prueba con un tiempo de 1h:37'. Por mi parte y aunque es totalmente secundario, puesto 25 de la general sobre 52 corredores en meta.

Y como parece que algunos día las cosas se tuercen, pues  segunda anécdota de la jornada. Al llegar a meta, un juez arbitro de la federación Castellano leonesa de atletismo, se dirige a mi y me dice que no he hecho cumbre porque no tengo el dorsal marcado, tras conversar con él y demostrarle que si hice cumbre  finalmente me da de paso (no deja de ser paradójico que después de ser uno de los pocos que realmente toco la CRUZ del FONTAÑAN todavía me vea abocado a dar explicaciones en meta),  El problema es que el dorsal apenas estaba  marcado porque con las prisas la organización me puso la marca en la camiseta y no en el dorsal . No me hace mucha gracia que me pinten con rotulador permanente la camiseta del equipo, no en vano  llevo 3 días lavándola  con acetona, quitamanchas y otros productos y remedios varios, y aún así  no hay quien quite del todo la tinta, pero  como no ha habido mala fe, no dejan de ser  gajes del oficio y hay que aceptarlo con deportividad.

Al final, el equivalente al tercer tiempo en el rugby, es decir, tiempo  para departir con otros corredores e intercambiar impresiones y constato que somos unos cuantos los que nos hemos equivocado, entre ellos el bueno de Ángel de la Mata, que tiene el "culo pelado" de correr por montaña y tiene contrastada experiencia. Lo alucinante del tema  es que cada corredor se ha reenganchado al circuito cuando ha podio, unos han hecho 17 km, otros 17,9, alguno 18,2 km  y algunos los más despistados (Angel y yo) casi 19 km.

Y por poner otro ejemplo, Pablo Villa se puso el primero nada más dar la salida y fue liderando la prueba todo el tiempo hasta llegar como ganador a meta, Sin embargo, no coronó primero el Fontañán porque Salva Calvo, que da la casualidad de que es el mejor ultrafondista de León y el corredor con mejor palmares en montaña de la historia de León, se había saltado una baliza y había "atajado" involuntariamente en la subida, haciendo muchos menos metros que el bueno de Pablo y para más sorna, se había vuelto a perder bajando.  Que nos podamos perder los "pardillos" pasa, pero no deja de ser paradójico que se pierdan corredores de contrastada experiencia en montaña.

A pesar de los pequeños inconvenientes que hayan podido surgir y para acabar , hay que mostrar el debido respeto y  animar a la organización para seguir trabajando. Tiene mucho mérito organizar una carrera de montaña como esta y se necesita mucha dedicación y horas desinteresadas de  trabajo, y todos debemos remar en la misma dirección, razón por la cual  hay que aceptar con deportividad estos pequeños fallos y pensar que seguro que en futuras ediciones los subsanan y con muy buena nota. 

A nivel personal lo más importante es que acabe cansado pero con buenas sensaciones. 2 días más tarde arrastro pequeñas molestias en el soleo derecho, pero  tengo  tiempo para restañar heridas y a pensar en la siguiente que probablemente ya sea a primeros de Septiembre.



miércoles, 8 de agosto de 2012

Camín del Fontañan

Tras ponerme de nuevo las zapatillas de montaña y ser capaz de completar un entrenamiento de 12 km en la mañana de hoy (bien es cierto que bastante más de la mitad del entrenamiento lo hice caminando), por la tarde tocó visitar de nuevo al "mecánico" y todo parece  indicar que los "amortiguadores" vuelven a funcionar correctamente.

Después de llevar más de dos meses sin competir, experimento una sensación próxima al "mono" y siento la necesidad de ponerme un dorsal, así que adelantando en unas dos semanas el calendario de recuperación estimado inicialmente, el próximo sábado disputaré la prueba de montaña del Fontañán.

Con toda la cautela del mundo, tratando de forzar lo menos posible, sin preocuparme ni del tiempo, ni del puesto y muy probablemente caminando más del 70% de la carrera, buscaré disfrutar del precioso entorno por el cuál discurre la prueba y al mismo tiempo podré empezar a valorar si todavía estoy a tiempo de llegar en condiciones para disputar la Tilenus Xtreme (60 km) a finales de Septiembre.